viernes, 17 de septiembre de 2010

Paco Vip. Por Carmela Cabezudo

Adiós al mito

Paco VIP


La droga de los pobres dejó de discriminar entre clases y comenzó a instalarse entre los sectores medios y altos de la sociedad.


El paco no es considerado como una droga habitual, aunque si en Buenos Aires. No es como la marihuana, la cocaína o el éxtasis, si bien produce una cierta satisfacción como toda droga, esta no dura mas de diez minutos y desenlaza en una terrible compulsión por consumir una próxima dosis, que puede llevar al consumidor a la muerte en no más de tres años.
Para la asociación Madres del Paco, ésta es una droga de extermino. Los chicos que consumen paco en las plazas no son molestados por la policía porque el paco esta cumpliendo su función, atonta a los jóvenes delincuentes y los extermina en meses o semanas.
Desde hace un tiempo, con testimonios que salieron a la luz en los medios, el paco de los pobres paso a ser un mito y se convirtió en la nueva droga  que marca tendencia en las clases mas acomodadas. Conocido en primeros términos como algo que pega más que la cocaína, el paco tomó su lugar en el mercado yéndose de las villas a los deliverys de Barrio Norte, Belgrano, Palermo y demás barrios pudientes de la Capital y el conurbano.
“Históricamente cada grupo se identificaba con su droga, los reagee eran de la marihuana, los electrónicos del éxtasis, los rockeros la coca y los pobres el paco, casualmente los desechados consumían el desecho. Hoy en día si bien en lo social hay diferencia entre ricos y pobres, no es tanta en cuanto a la rebeldía. Si los ricos ahora consumen cumbia, que es la música de los pobres, porque no van a consumir su droga.” sostiene Nicolás Trubba, psicólogo especialista en adicciones del Gobierno de la Ciudad y agrega: “Nadie puede definir como entró el consumo de paco a la clase media, en el sentido que es la única droga que no podemos determinar que función cumple para ese sector. Las demás drogas tienen una utilidad. La coca evita el sueño y la resaca del alcohol, es muy común en los dueños de boliches esos tipos que no duerme. La marihuana tienen un efecto relajante y el éxtasis es conocido como la droga del amor porque es desinhibitoria, la gente la usa para vincularse. El caso del paco puede ser entendible en los pobres por esta identificación con el desecho, pero porque gente que lo tiene todo la consume, nadie lo puede explicar. Yo pienso que tiene que ver con un sentimiento de omnipotencia, el pensar que pueden dominar al paco así como creen que dominan a otras drogas. La diferencia es que este resulta mucho mas adictivo y dañino.” 
A diferencia de los chicos que amanecen en las plazas y siguen buscando paco, el consumidor de clase media permanece en su casa, la mayoría de las veces ermitaños con las ventanas cerradas y las persianas bajas consumiendo hasta que vuelva la noche y abran los deliverys narcos.
Trubba afirma que son mas los casos de recuperación en la clase media ya que la muerte no es tan cercana porque no padecen desnutrición como las personas de clases marginales que el consumo de paco puede llevarlos a la muerte en corto plazo. Sin embargo sostiene que el dejar de consumirlo representa la etapa mas dura de la adicción: “Lo peor del paco es dejarlo, aunque te lleva a un estado de desesperación que hace que la voluntad de salir sea mas fuerte que la abstinencia que de por si es terrible. Durante esa etapa se sufre claustrofobia, paranoias, alucinaciones, convulsiones y depresiones muy profundas. No es habitual la recaída porque el paco te deja un susto que a muchos los lleva a no tomar ni un vaso de vino, pero eso no quita que el riesgo exista, por eso es necesario un tratamiento de por vida que por lo general se lleva a cabo en grupos terapéuticos como por ejemplo Narcóticos Anónimos.”




“Gasté mas plata consumiendo paco que cocaína en una noche”Andrés Cabrera


Con 24 años de edad, papá y mamá comerciantes de Floresta, suena extraño hablar de un ex adicto al paco, que consumió de esa sustancia durante dos años al mismo tiempo que trabajaba en la empresa familiar. Andrés Cabrera conoció al paco en el barrio, luego de consumirlo por dos años, entró en una granja de rehabilitación donde hoy trabaja como colaborador voluntario en la reinserción social y laboral de los jóvenes adictos.
¿Qué sustancias vinieron antes del paco?
Comencé a los 13 años con tabaco, a los 15 ya fumaba marihuana además tomaba mucho alcohol. A los 18 consumí cocaína durante un año y después terminé consumiendo paco durante  dos años. Se que en pocas ocasiones agarré ketamina, pastillas, pegamento y algunas cosas mas que no recuerdo.
¿Qué te llevó a consumir paco?
Quise experimentar algo mas que el efecto de la cocaína y cuando lo probé no lo pude dejar hasta hace tres años.
¿Qué diferencias notaste con otras sustancias?
En que es sumamente adictivo y el efecto dura mucho menos tiempo. Además en lo económico, gasté mas plata consumiendo paco que  en una noche de cocaína.
¿Cuánto llegaste a gastar en paco?
Doscientos pesos diarios.
¿Cómo conseguías ese dinero?
Siempre trabajé, la verdad que mi sueldo ni lo veía, en el ultimo tiempo también vendí muchas cosas mías y electrodomésticos de casa.
¿Qué alteraciones físicas sufriste?
Muchísimas. En el ultimo tiempo de mi adicción tuve un deterioro importante en mi peso, estaba muy flaco, mi cabeza no pensaba claramente, infinidad de quemaduras en las manos, problemas pulmonares y estomacales, trastornos de carácter y personalidad, problemas para dormir, problemas para expresarme persecución paranoica (aún sin estar drogado) y así sigue la lista. Solo por milagro hoy ves mis estudios recientes y estoy diez puntos, porque la mayoría de las veces te deja secuelas graves.
¿En que consistió tu recuperación?
El 23 de agosto 2007, me interné en el Centro Bernabé y de ahí nunca mas consumí nada, estuve internado en tratamiento 18 meses.
¿Cambió tu vida en algo?
En todo, es como dicen uno aprecia las cosas cuando las pierde y la droga te consume la vida. Hoy  puedo disfrutar mi familia, los afectos, jugar con mi sobrino, caminar por una plaza, querer, poder dar amor y recibirlo.